viernes, 26 de noviembre de 2010

Español para tontos.

El 5 de Noviembre de 210 se podía leer en todos los periódicos del País el siguiente titular:

"La nueva Ortografía de la Real Academia Española fija la denominación de algunas letras, cambia "quorum" por "cuórum" y elimina las tildes de "solo", "guion" y "o" entre números"

Al leer esto no pude evitar acordarme de algo que leí hace poco y que me aterra pensar:

"¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente? Al final, acabamos haciendo imposible todo crimen del pensamiento. En efecto, ¿cómo puede haber crimental si cada concepto se expresa claramente con una sola palabra, una palabra cuyo significado esté decidido rigurosamente y con todos sus significaos secuncarios eliminados y olvidados para siempre? Y en la onceava edición nos acercamos a ese ideal, pero su perfeccionamiento continuará mucho después de que tú y yo hayamos muerto. Cada año habrá menos palabras y el radio de acción de la conciencia será cada vez más pequeño. Por supuesto, tampoco ahora hay justificación alguna para cometer crimen por el pensamiento. Sólo es cuestión de autodisciplina, de control de la realidad. Pero llegará un día en que ni esto será preciso. La revolución será completa cuando la lengua sea pefecta. Neolengua es Ingsoc e Ingsoc es neolengua -añadió -con una satisfacción mística-. ¿No se te ha ocurrrido pensar, Winston, que lo más tarde hacia el año 2050, ni un solo ser humano podrá entender una conversación como esta que ahora sostenemos?"

1984. George Orwell

1 comentario:

  1. Cuando me enteré de lo de suprimir la tilda de la "o" entre números, me acordé de Una Historia con Mil Monos. El doctor Eduardo Cuaresma enviaba un telegrama a su amigo de Brasil pidiéndole 1 ó 2 monos. Pero como en los telegramas no hay tildes, le mandaba 102 monos. Y por pequeños errores como la falta de tildes, comas o puntos, cada vez le enviaba más y más monos.

    Creo que con este libro nació mi amor por la corrección ortográfica y mi desprecio por esta nueva reforma de la lengua.

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